viernes, septiembre 30, 2005

Homenaje


Tal y como prometí -aprovechando mi convalecencia- aquí está mi modesto homenaje a la desaparición de la revista the Game.mag, cuyas ondas expansivas todavía se sienten en la red. Me gustaría recordar todo lo que puse en el correo que les mandé a los chicos de la redacción, pero mi mala memoria es proverbial y los emilios no se almacenan. En vez de eso, dejaré que el adiós lo de alguien más capacitado: el director de Última Generación, al que citaré en su última editorial, que con todo el respeto del mundo editaré para que valga para ambas revistas. No sin antes mostraros la recomendación de hoy, un popurrí en alta definición cuya mayor curiosidad es que la fuente de los videos es la original, y no una grabación de videocámara en una feria. Lo cual resulta curioso, porque si buscas individualmente cada juego en la misma web, o en cualquiera, sólo los encontrarás grabados con el ruidillo de fondo y el desenfoque acostumbrados. Aprovecho para pedir, una vez más, a los lectores que vengan del blogg de la revista desaparecida que me envíen. los que hayan conseguido descargarlo, el documento del número cero de the Game.mag a los_tropelines@hotmail.com, gracias. Sin más dilación: el adiós.

Alas de mariposa
Hemos cumplido un año, doce números [cuatro], 365 días, desde que convinimos crear un producto diferente, para plantear los mismos temas desde distintos puntos de vista y tratar al lector con la seriedad que una afición de este tipo merece. Entonces, decidimos aliarnos claramente con el bolsillo del jugador, con sus intereses directos y nos acordamos de las casi 8.000 pesetas [ahora 60 euros] que cuesta un juego cuando otros no quieren recordarlo. Nos pusimos a escribir con la intención de tentar a los lectores más evolucionados, a los expertos que tienen su propio criterio elevando nuestras miras a una edad olvidada, a un estado de opinión directo, con dudas claras y exigencias mayores. Olvidamos los argumentos bíblicos por datos y reseñas de entendimiento. Apostamos, decididamente, por contar la verdad a los lectores para que pudieran comprender por ellos mismos su posición dentro de un sector que se mueve, infinitas veces, sin dirección aparente. Por tanto, el mundo de los videojuegos tiene que detenerse, que plantear serenamente su fundamento y fijar sus pilares sobre ordenadas estructuras de comportamiento. Si todos estamos de acuerdo en los lazos que nos unen, y que suponen una estrecha dependencia de nuestras respectivas labores, es absurdo seguir por un camino que es equivocado y que todos, a la vez, reconocemos como erróneo. Unos halagan sin miramientos comportamientos a todas luces infectos, que van contra la deontología más elemental. El día fabrica buenos aliados tanto como la noche enemigos. Pasar de un estadio a otro es cuestión de familiaridad, de coqueteo, de cercanía, y no de trabajo y seriedad. Los más sibilinos encierran en sus pocas palabras la descripción exacta de su categoría, anunciando más intenciones dudosas que hechos irrefutables. El dato, por tanto, es despreciado en favor de una sensación, de una tímida e insostenible posición que tiembla en todos sus extremos sin que medie la razón. Al final, por tanto, obtenemos prepotencia y un completo desprecio por el trabajo ajeno. Celebramos nuestro primer año [cuatrimestre] con la lógica alegría de quienes han mantenido una postura contra viento y marea y sólo han recibido a cambio las matemáticas de unos intereses, legítimos, pero alejados de un reclamo general que repercute, directamente, en las necesidades de juego de los usuarios: último eslabón que muchos desprecian y que, al fin y al cabo, nos da de comer grandes peces y panes a unos y a otros. Sin excepción alguna. Última [Game.mag] vuela en su 12º [4º] mes con alas nacidas de la confianza ciega de nuestros lectores, que nos alientas con sus cartas y llamadas. Unas alas que tienen la fuerza de una existencia que muchos consideran exagerada para las pretensiones que nos impusimos: no comprometer nuestras páginas a los intereses de las distribuidoras. Última [y Game.mag] este mes, y más que nunca, vuela con firmes, pero frágiles, alas de mariposa...

Última Generación, nº12

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